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Aventuras en el valle de Nentir - Partida II

Se completa el grupo

Tras una cena de mala calidad pero abundante el grupo se vio interrumpido por un humano encapuchada que erguido les observaba con curiosidad, Pendaran extrañado por el comportamiento del humano encapuchado le pregunto al encapuchado si deseaba algo, el humano al oír las palabras del deva se quito la capucha mostrando un rostro y su melena negra haciendo una mueca de molestia debido a su debilidad corporal y tras tomar aire respondió al deva. -Saludos buenas gentes, me llamo Nurtar y soy un iniciado en algunas artes arcanas y he venido a vuestro encuentro por ordenes de Faren Markelhay, dice que habéis sido contratados para exterminar la amenaza de la ciudad y estoy seguro que una mano mágica seria bienvenida en vuestras filas. Linzor que había estado atento a la conversación mientras despedía al enano, que había decidido compartir unas cervezas con los de su raza, no tenia intenciones de compartir con mas gente la recompensa y posible botín que obtuviesen de los kobold por no decir que seguro que seguro que se divertiría con su mentira, interrumpió a Pendaran - Me temo que os equivocáis, los aventureros que buscáis son esos enanos" Molesto, Nurtar lo miro con cara severa y le contesto - Bueno, el lord Protector me ha dicho que el grupo estaba compuesto por un deva, un genasi, un shifter y un único enano... que debe de ser el que se ha ido. Pendaran calmó al arcano y le ofreció un sitio en la mesa, a su vez Linzor y Zeridan empezaron a hablar por su cuenta ignorando la conversación entre el brujo y el deva. De repente y con una alegre sonrisa se les acercó un eladrín, saludo a Linzor y le dijo - Ah! veo que estáis bien mi señor, le vi durante el asalto a la caravana de esclavos e intente ayudarle, pero solo conseguí unas magulladuras las cuales curaron unos amables elfos ahora la gracia del destino nos vuelve a unir en esta ciudad, oh pero disculpe mis modales, me llamo Audak Solaris, músico y artista para todo siempre listo para servirle.
Al oír lo de la caravana de eslavos Pendaran y Zeridan le preguntaron al shifter si había sido esclavo mientras Nurtar rezagado observaba la conversación, a lo que Linzor con tez preocupada respondió que no y que eso eran asuntos personales de los que no quería tratar.
Pendaran para aliviar el ambiente tenso que al fijarse en la mandolina colgada a la espalda del eladrín le comentó si podía tocar algo, a lo que Audak respondió con una sonrisa y empezó a entonar una canción alegre en su lengua natal mientras con un ágil movimiento puso la mandolina de su espalda entre sus manos y su sombrero a sus pies dispuesto para recaudar algunas monedas de su publico, al ver esto el dueño de la posada se le acercó y le intento persuadir para que fuese con su "arte ambulante" a otra parte, pero Audak haciendo uso de sus artes para enredar a la gente logro que le permitiesen seguir con su canción (por desgracia para la mesa de los enanos) El grupo escucho la melodía de Audak mientras seguían con sus conversaciones y Pendaran animado por la alegre canción intento buscar una pareja de baile, pero al ver que la única mujer con la que podía bailar era la horrorosa mujer del dueño desistió de su intento. Tras la canción Audak saco tres miseros cobres, dos de los cuales se los había quedado el posadero a cambio de una de sus poco saludables cervezas, y insatisfecho por la ignorancia de su publico se sentó con el resto del grupo...
Pendaran les explicaron sobre la misión a Audak y Nurtar que les había propuesto el Lord Protector y Zeridan les advirtió que era un gran riesgo ya que su anterior grupo ya había muerto por culpa de esos kobolds, Audak lo miro y saco su mapa para que indicase el lugar de la guarida, y al hacerlo le vino a su mente un antiguo poema dedicado a una dragona blanca que vivía en esa zona junto con un culto a Tiamat, espantado comento con los demás el asunto pero Nurtar se apresuró a decirles que la dragona había fallecido hacia algunos años, cuando la guerra con los gigantes asoló el valle... mas relajado por la noticia Audak les comentó también que posiblemente la guarida de los kobolds seria un antiguo templo de Tiamat así que ademas de kobolds tendrían que lidiar con las posibles trampas del templo, Zeridan, asistiendo le comento que Pendaran les comentó sobre la afición kobold a montar esos artilugios así que ya estaban avisados del tema, tras eso ultimaron los últimos detalles y avisaron al enano para que fuese a la comuna que Linzor había alquilado para el grupo,
Obsidian les dijo que tomaría la ultima cerveza con sus congéneres y luego subiría, una vez en la comuna Pendaran les dijo que antes de dormir tenia que rezar al aire libre, así que salió de la posada y se apresuro a buscar una pequeña plaza donde empezó a hacer sus oraciones e invocó al poder de Ioun para que le guiase, consultó a su dios sobre sus nuevos compañeros y sobre que pasaba en el plano astral. Tras eso volvió a la posada y vio al grupo durmiendo mientras Audak tocaba una melodía relajante, esta también hizo efecto en el y se puso a dormir.
A la mañana antes de salir el sol ya estaban preparados, almorzaron, e hicieron sus quehaceres matutinos, los kobolds eran seres nocturnos y atacarles cuando aun había sol era el mejor de los planes, así que fueron hacia y la puerta del rey y aunque las encontraron aun cerradas "ya que abrían a la salida del sol" los guardias les dejaron pasar por una puerta lateral...
La travesía por el camino real fue calmada, solo se encontraron con unos pocos mercaderes y una de las patrullas, a la que preguntaron por la actividad de kobolds, estos les comentaron que habían rechazado uno de sus ataques hace poco... finalmente llegaron a la guarida de los kobolds, Zeridan les indico como era la primera estancia y tras eso decidieron entrar con cautela...

El asalto a la guarida kobold

Mientras Linzor, Obsidian y Zeridan desenvainaban sus armas Audak y Pendaran prendieron fuego a unas antorchas ya que la cueva era oscura y ellos al contrario que enemigos si que necesitaban luz para poder verse, Nurtar ya que no necesitaba de preparación alguna para el combate espero mirando la entrada de la cueva, estaba ansioso por descubrir los tesoros que había dejado la dragona tras morir...

El grupo bajo las escaleras finamente talladas en la piedra de la entrada de la cueva, hasta que llegaron al principio de na estancia, las paredes estaban decoradas con azulejos de piedra que brillaban en tonalidades grises y negras al re flejo de las antorchas, Linzor al ver que no había un peligro inmediato aviso a sus compañeros de que esperasen y le dejasen explorar un poco por su cuenta, avanzó cauto deslizándose sigiloso en la oscuridad de la sala hasta que vio a un guarda kobold, parecía dormido y solo, hizo una seña a sus compañeros enseñándoles la palma de la mano para que esperasen y sigo avanzando, pero para su desgracia Audak no conocía el sistema de señales empleado por el shifter y este no había visto un guardia que se mantenía despierto y vigilante tras una verja en un punto ciego de la sala y que en ver la luz de la antorcha y al felino se sobresaltó y grito "IRLYYMMM!!!!!", Linzor se sobresalto al oír el grito, y Nurtar que conocía el lenguaje usado por el reptil avisó que habían dado la alarma.

Linzor al ver que el guarda que había visto al principio no estaba aun despierto corrió y dio sus particulares buenos días clavando su daga entre las costillas de la criatura haciendo que esta se retorciese de dolor, la criatura aun viva izo uso de la particular agilidad kobold para escapar del alcance del shifter y le lanzo una de las piedras de su honda, mientras tanto el grupo avanzaba con las armas hacia el centro de la estancia, dispuestos a repeler cualquier ataque, Audak sin embargo paralizado por la culpa se quedo rezagado en una esquina de la habitación, al poco de la gruta que había tras el kobold herido empezaron a surgir mas y mas de esas pequeñas bestias, armadas con lanzas y hondas, gritando y moviéndose con una agilidad que impresionaría hasta al mas hábil de los elfos, cada una de las criaturas aprovecho mientras salia de la ruta para hacerle un corte al desprevenido Linzor que tubo que quedo malherido tras la pequeña horda kobold, Obsidian que vio la escena intento hacer lo posible por su compañero, pero para su desgracia en ese momento los dioses del enano miraban para otro lado y la fortuna hizo que desperdiciase su conjuro curativo con una piedra, por suerte Audak mas inspirado tras su error pudo entonar una melodía mágica que hizo que las heridas del felino sanasen a una gran velocidad...

Zeridan al ver la horda que había acabado con sus compañeros empezó empezó a soltar pequeños destellos eléctricos que concentro en su brazo para electrificar su espada la cual hizo mella en sus enemigos, Nurtar excitado por la visión de la sangre empezó a conjurar los poderes del averno que residían en su interior y lanzo una rayo de energía mágica que fulminó a uno de los kobolds absorbiendo parte de su alma en el proceso y alarmando a la inmaculada alma de Pendaran y haciendo que en el floreciesen antiguos sentimientos de odio hacia los seres del abismo... Cuando los kobolds empezaron a tener bajas importantes su moral empezó a quebrarse y se rindieron pero el líder de los guardas logro escapar en el ultimo momento, ahora todos los demás kobolds de la zona estarían esperándoles, el plan de cogerlos por sorpresa estaba acabado.

Linzor y Audak ataban a los prisioneros con la cuerda de Pendaran con mucha habilidad y el brujo Nurtar se ataba una soga para descender por el pozo de liquido viscoso, donde Pendaran había divisado el cadáver del una Tiflin que acompañaba a Zeridan en su anterior expedición a la guarida, este a su vez sujetaba la cuerda por el otro extremo y Obsidian vigilaba el pasadizo por donde había huido el líder kobold, ya que aunque tenían tiempo antes de que los temerosos kobolds decidiesen hacer un contraataque el viejo enano se sentía más seguro vigilando el pasillo, y mas cuando Kord le había negado su gracia durante todo
el enfrentamiento...

El rescate del cadáver fue un éxito, pero Nurtar acabo lleno de esa gelatina verdosa, que no era otra cosa que agua condensada durante años y mezclada con la mugre de los kobolds que habitaban el lugar, un rápido examen del cadáver por parte de Linzor, Zeridan y Nurtar sirvió para que encontrasen una daga que hábilmente descubrieron que poseía un encantamiento menor, ese era la recompensa por su primer combate en el valle, no era gran cosa pero menos es nada, ya que los kobolds solo tenían armas y armaduras de pésima calidad.
Solo quedaba descansar y pensar que hacer con los prisioneros, Nurtar se apresuro en remarcar que mantenerlos con vida pero Pendaran, que había visto las artes de este no iba a dejar que se saliese con la suya, y el resto del grupo estaba con el ya que matarlos a sangre fría no iba con su manera de ver las cosas, a su parecer los kobolds por muy criaturas malignas que fuesen merecían todo juicio, aunque el resultado iba a ser seguro la ejecución publica, así que sin mas remedio Nurtar no insistió...

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